Dado lo bien que va el Golf GTI con el motor TFSI, el R32 sólo me parece interesante para quien transite por carreteras de baja adherencia o valore la exclusividad que supone tener esta versión. Además de por el motor, el R32 se distingue del GTI por una suspensión más firme, un sistema de tracción total conectable automáticamente y algunos elementos funcionales o estéticos, como los asientos deportivos.
Los aspectos que más diferencian al R32 del GTI son la respuesta y el sonido del motor, la suspensión y el sistema de tracción.
El motor es agradable por la fuerza que tiene a cualquier régimen. Se puede ir a baja velocidad en una marcha alta y acelerar a fondo: responde de forma casi instantánea. Esta respuesta tan rápida es una característica que lo diferencia del GTI
La entrega de fuerza es constante y progresiva hasta el momento en el que se alcanza el régimen de giro máximo, que es 6.800 rpm.
El consumo varía mucho con la forma de conducir. Puede ser bajo si no se acelera con intensidad o muy elevado si se apuran sus posibilidades. En un recorrido por carreteras de doble sentido, en un 70 por ciento del recorrido usando casi siempre la máxima aceleración y un 30 por ciento a un ritmo tranquilo, el consumo medio superó 25 l/100 km.
El anterior Volkswagen Golf R32 tenía un motor de estas características, pero con una potencia máxima de 241 CV. Dentro del grupo Volkswagen, el Audi TT 3.2 tuvo anteriormente un motor de seis cilindros de 3,2 l de cilindrada con 250 CV.
La palanca de la caja de cambios tiene un funcionamiento correcto, aunque a veces presenta cierta dureza ante cambios muy rápidos. A tenor de cómo funciona el cambio DSG en el Golf GTI y de las impresiones que tuvo mi compañero Javier en la presentación del R32, el cambio DSG nos parece muy recomendable.
Apenas he utilizado la radio del Golf R32 porque el sonido procedente del motor y de los escapes es muy bonito, tanto si se va deprisa como si se conduce despacio.
El R32 es muy estable y, al igual que el resto de la gama, fácil de conducir rápidamente. No sé si por los cambios en la suspensión, por la distinta medida de llanta y neumático, o por ambos, pero las reacciones del R32 son diferentes a las del GTI. Este último resulta más ágil porque es menos subvirador y porque se mueve algo más de atrás, lo que puede ayudar a trazar algunas curvas. En cambio, el R32 es muy difícil de descolocar.
La suspensión es más dura que la del GTI, pero no es seca. Impide que la carrocería tenga movimientos verticales amplios, aunque se entre muy rápidamente en una curva o se enlace varias seguidas. Además, absorbe bien las irregularidades que hacen trabajar a la suspensión a mucha velocidad. La carrocería está rebajada 5 mm con relación al GTI y 20 con relación al resto de la gama.
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